14 Oct Cómo organizar tu boda árabe en España desde el extranjero
Cómo organizar tu boda árabe en España desde el extranjero
Organizar una boda desde otro país puede parecer una locura. Pero cuando me preguntan si es posible celebrar una boda árabe en España sin estar físicamente aquí, mi respuesta siempre es la misma: sí, y además puede ser maravillosa.
Mi nombre es Hanadi. Aunque nací en Barcelona, mis raíces están en Damasco, y esa herencia siria ha sido siempre una parte esencial de quién soy. Crecí entre dos mundos: el de las tradiciones árabes que honran cada detalle, y el de la estética mediterránea que valora la simplicidad con alma. Esa mezcla, intensa y armónica, me ha dado una mirada única sobre cómo debe vivirse una boda: entre lo simbólico y lo estético, entre lo íntimo y lo espectacular.
Por eso, si sueñas con una boda árabe en España —aunque estés lejos—, quiero contarte cómo lo hacemos realidad.
Tu cultura, tu estilo, tu visión
Cada boda es una historia. La tuya no se parece a ninguna otra. Tal vez quieres una celebración fiel a las tradiciones, o quizás prefieres una versión más moderna, sofisticada, íntima. Lo primero que haremos será escuchar tu visión y traducirla en una experiencia única, con todos los detalles cuidados.
Desde los colores de la decoración hasta la música del primer baile, desde el orden de los rituales hasta el menú que refleje tu identidad… todo debe tener sentido contigo. Y mi trabajo es ayudarte a encontrar ese equilibrio entre lo que esperas, lo que puedes tener, y lo que ni siquiera sabías que era posible.

España: el escenario perfecto
España es un país que abraza la diversidad. Tenemos fincas majestuosas, masías con historia, jardines con alma, y palacetes que parecen sacados de un cuento oriental. Yo misma me encargo de visitar, negociar y adaptar estos espacios para que tu boda tenga el ambiente que imaginas.
Lo buscamos juntas, lo decidimos juntas. Tú desde tu país, y yo aquí, haciendo que todo avance con confianza.
La distancia no es un obstáculo
Trabajo con muchas novias que viven en Marruecos, en Dubái, en París, en Londres… Nos comunicamos por videollamadas, compartimos carpetas online, documentos, moodboards y avances. Tengo una metodología clara para que, aunque estés lejos, sientas que estás en cada paso.
Tú eliges cuánto quieres involucrarte: hay novias que deciden cada flor, y otras que prefieren dejarse sorprender. Yo me adapto. Pero siempre, siempre, tendrás el control y la tranquilidad de que todo está en marcha.
Gastronomía con alma árabe (y toque gourmet)
Sé que la comida no es un detalle: es un protagonista más. Trabajo con caterings especializados en cocina halal que pueden ofrecer desde los sabores más tradicionales hasta creaciones fusión, donde se unen lo árabe y lo mediterráneo con delicadeza.
Y por supuesto, todo se sirve con elegancia: vajilla cuidada, presentación impecable, personal formado, y menús que respetan la diversidad de tus invitados (vegetarianos, intolerancias, niños).

Detalles que marcan la diferencia
Hay algo que siempre les digo a mis novias: “tu boda no debe parecerse a una feria de decoración árabe, debe reflejarte a ti”.
Eso significa elegir con criterio: sí a los faroles artesanales, pero con iluminación correcta. Sí a las telas y alfombras, pero sin recargar. Sí a la caligrafía árabe, si va en armonía con el resto.
La clave está en el equilibrio. Y eso es parte de mi trabajo: traducir tu identidad en una estética sofisticada, elegante y sin excesos.
La boda, ese día que pasa volando
Cuando llega el gran día, tú no tienes que correr. Ni mirar el reloj. Ni preocuparte por si el proveedor ha llegado o si falta un florero.
Para eso estoy yo y mi equipo. Coordinamos todo: desde el montaje de la ceremonia hasta el ritmo de la fiesta. Resolvemos problemas antes de que se noten, protegemos tu energía, y cuidamos cada detalle para que tú solo tengas que sentir, vivir, disfrutar.
Un recuerdo eterno
Después de tanto trabajo, lo más bonito es ver cómo se transforma todo: cómo el espacio cobra vida, cómo los invitados se emocionan, cómo tú y tu pareja os miráis con complicidad.
Y yo, desde una esquina, sin que me veas, sabré que lo logramos.
Porque no se trata solo de celebrar una boda. Se trata de contar una historia. La tuya. Con belleza, con respeto, y con mucha, mucha alma.
¿Te gustaría que lo hiciéramos juntas? Estoy a un mensaje de distancia.