Diseñamos un espacio cálido y delicado, donde la tradición y la estética se unieron para crear una atmósfera acogedora. Flores en tonos suaves, velas y rincones personalizados acompañaron una tarde cargada de significado.
Cada gesto, cada mirada, hablaba de amor, respeto y futuro compartido. Una pedida que fue mucho más que un sí: fue el inicio de una nueva etapa, vivida con el alma.